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2 ago 2010

El Sello de Thothmes III

SÍMBOLO DE LA VERDAD INMORTAL


Por Jay R. McCULLOUGH

F.R.C.Director del Museo Egipcio Rosacruz
Es bien sabido que los diseños, a veces inadvertidos e ignorados, de las reliquias del pasado pueden contener claves que abren nuevas avenidas de comprensión, nuevas apreciaciones y mejor valoración de las obras del hombre, de la naturaleza y de Dios.

Consideremos, por ejemplo, uno de los objetos que se exhibe en una de las galerías del Museo Egipcio Rosacruz. Cerca de la puerta que conduce al Templo de Menfis hay una vitrina que contiene cuatro botes funerarios. Estas frágiles y valiosas reliquias de Egipto, con más de tres mil quinientos años de edad, son un centro de interés para los visitantes del Museo. Este interés se debe no solo a lo raro y valioso de los objetos y a su macabra relación con el entierro de las momias, sino también a su gracia y belleza, a su estado de conservación que incluye hasta las velas de tela originales, y a las tallas y colores del decorado. Para el visitante común, esos botes no son más que miniaturas de embarcaciones procedentes de las tumbas, y nada más. Para el investigador de la historia mística, uno de esos botes, que tiene un dosel con alas desplegadas en la proa, ofrece un contacto histórico directo con la Gran Escuela de los Misterios, fundada en el reinado del Faraón guerrero e Iniciado Thothmes III, que se convirtió en faraón el 3 de mayo de 1500 a.C. Su reinado fue en la XVIII Dinastía.. Este bote fue hallado en la tumba de Thothmes y lo muestra a él sentado bajo el dosel, navegando por el Nilo. La importancia de este objeto, sin embargo, no es la figura del rey sino un diseño ovalado que está pintado al lado derecho del bote. Este es el cartucho real, el nombre del rey, que fue adoptado también como signo de la Hermandad de los Misterios. Además, es el antiguo sello místico de AMORC, tal como puede verse en la esquina inferior derecha de todas las páginas impares de esta revista, "El Rosacruz".

Este cartucho contiene el nombre oficial del rey: Men-Kheper-Ra, nombre que adoptó al subir al trono. Consideremos los tres signos de que se compone.

En la parte superior del sello hay un círculo, un círculo con un punto en el centro. Este es el signo egipcio y casi universal de Ra, el sol, la deidad representada por el sol. El centro filosófico y religioso del culto de Ra estaba situado desde los tiempos antiguos en la vieja ciudad de Annu, llamada por los griegos Heliópolis, la ciudad del sol. Fue allí donde una hermandad secreta, una jerarquía de iniciados, enseñaba los más antiguos conceptos de ética que se encuentran consignados en los anales históricos, y promulgó la doctrina secreta de una Divinidad que todo lo abarcaba, cuyo símbolo era el "Benben" sagrado, una piedra piramidal semejante a la punta de un obelisco. En el "Libro de los Muertos", uno de los himnos dedicados a Ra (del papiro de Hu-Nefer) habla del dios como "Príncipe de Annu (Heliópolis), señor de la eternidad y gobernante de todo lo perdurable . . . tú eres el Dios Unico que existió desde el principio del tiempo.

Debajo del símbolo de Ra, en el cartucho, está el signo de "Men", un rectángulo con líneas o protuberancias encima. Originalmente, este fue un signo de escritura que representaba un tablero de jugar, semejante al ajedrez, o para ser más exacto, a las damas, con las piezas colocadas encima. Mas tarde se le dio un significado más abstracto equivalente a la palabra "permanecer".

El último elemento del cartucho es el escarabajo, uno de los más antiguos emblemas religiosos de Egipto. Simbólicamente tiene muchos aspectos, uno de los cuales se refiere al dios solar creador, Kheper, el que se creó y se engendró a sí mismo. El escarabajo era muy conocido de los antiguos, y lo veían con frecuencia rodando su bola de estiércol. La forma de la bola recordaba al sol que giraba atravesando el cielo, y el escarabajo llegó a significar la fuerza que impulsa al sol. También, en una bola semejante ponía sus huevos el escarabajo, y de allí procedía la vida nueva de sus descendientes. La diferencia de sexos en el escarabajo no era bien conocida de los antiguos egipcios, por lo tanto, consideraban machos a todos los escarabajos, lo cual confirmaba simbólicamente la idea del creador que se crea a sí mismo.

Más tarde el escarabajo estuvo unido al concepto de la resurrección, pues así como el insecto se perpetuaba y se renovaba por medio de la bola giratoria, así podía el hombre regenerarse y renacer por medio de la energía representada por la bola giratoria del sol.

La palabra "Kheper" es algo más que el signo gráfico que significa "escarabajo" y fue empleada en sentido más abstracto para significar "convertirse", "llegar a ser", "ser".

Combinando, pues, los tres signos gráficos que forman este nombre oficial, tenemos la frase "Ra-Men-Kheper". Como los signos que designan a Dios por respeto y reverencia, se escribían siempre primero, sea cual fuere su verdadero lugar en la frase, el verdadero orden de estos caracteres sería "Men-Kheper-Ra", o, en español, "Fijo en el ser está Ra".

La idea que contiene este mensaje del cartucho merece largas meditaciones y profundas concentraciones. Las tres palabras principales: "Fijo", "Ser" y "Ra", están llenas de profundo significado que ha llenado la mente y el corazón de los hombres desde el alba de la historia, a través de los ciclos de crecimiento y comprensión que nos han traído a la etapa actual de la existencia. "Fijo en el ser está Ra" está contenido en el "YO SOY" de muchas escrituras, y repetido en el "Dios existe" de la filosofía mística. Místicos y estudiantes han dedicado toda una vida de trabajo y de meditación para obtener el principio de la comprensión de esta frase, y a medida que crecían en esa comprensión, se aproximaban al propósito final del desarrollo humano. La unión con el Dios de su corazón.




En el centro encerrado en un ovalo se encuentra el sello de Thothmes III donde ligeramente se alcanza a apreciar un circulo un rectángulo y un escarabajo.

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